Por: Javier Monagas Maita
No creo en los cambios bruscos y desinteresados. No se me olvidan las declaraciones del esbirro principal del gobierno del narco presidente Uribe, el hoy presidente Juan Manuel Santos, antes de ser electo: “recuperare el mercado venezolano para Colombia” faltó decir que a cambio de nada. Todo lo contrario, he visto como nuestro gobierno se pone de espalda a las fuerzas populares que luchan en Colombia contra la sanguinaria dictadura de la oligarquía al servicio del imperio sionista y que tienen décadas masacrando y reprimiendo al pueblo neo granadino.
Como bien sabemos las FARC y el ELN, nacen como un mecanismo necesario para la autodefensa popular ante el genocidio inmisericorde que la oligarquía colombiana desarrolla desde los días mismos de la independencia y que después del asesinato de Eliécer Gaitán, se incrementó, al punto, de ser la nación que mas ciudadanos civiles ha matado en nuestra región y de producir el mayor éxodo de población campesina pobre, que huye de la represión sistemática que representan mas de 5 millones de ciudadanos colombianos en otros países mayormente en Venezuela, Ecuador , Panamá y alrededor de las propias ciudades colombianas conformando cinturones de miseria.
No me parece justo que el gobierno de Venezuela entregue a las huestes criminales de la oligarquía colombiana, a esos hombres y mujeres, que se sacrifican por tratar de dar una solución por la única vía que le queda (la armada), al pueblo acosado de Colombia. Eso no es revolucionario, ni táctico, ni estratégico. Para mí, es debilidad ante el enemigo y es contribuir de alguna forma a que continúe la masacre de los pobres de la nación vecina. No se olvidan todavía, ni se borrará nunca, las escenas de como de manera obscena, se caza a los ingenuos que creen en las falsas promesas de reinserción ¿Cuántos líderes del polo patriótico han sido asesinados en emboscadas por sicarios al servicio de la oligarquía colombiana? ¿Dónde están los candidatos, diputados, senadores u otros cargos de elección popular del M19, después de su “pacificación”? les respondo: están muertos, bajo los proyectiles y bombas de las elites asesinas del ejército y el paramilitarismo colombiano, amparados por los gobiernos de la oligarquía.
¿De verdad se cree que entregando a esos dignos seres, que abandonaron todo, para hacerse guerrilleros que enfrentan el genocidio en Colombia, se logrará la paz? ¿Es cierto que la violencia en ese país proviene de las guerrillas? Respondo que no, la violencia en Colombia tiene su raíz en la existencia misma de la oligarquía y en sus instrumentos de dominación, como ejercito, narco paramilitarismo, asesoría yanqui e israelí, en tácticas y artes de asesinato y tortura. Mediante el uso de esos instrumentos, se han apoderando de todas las riquezas de esa nación, incluso de las tierras fértiles que eran de los campesinos e indígenas, a quienes han matado, desplazado, destruido sus poblados y sus familias, para sacarlos de sus territorios ancestrales. Ahora para más desgracia y como nuevo elemento, el gobierno de Venezuela, hace alianza con los ya nombrados, para sumarse al acoso contra de las fuerzas populares de la libertad de Colombia. Es una mala jugada y una mala estrategia, que a la larga se volverá contra la población venezolana misma. Digo esto, debido a que se le dará ínfula a esa avara oligarquía, para exigirle cada vez más concesiones al gobierno de Venezuela. Allí, si no lo acompaño comandante, ojala y rectifique a tiempo. Nuestra nación siempre ha sido solidaria y participativa de la libertad e independencia de ella y de los pueblos hermanos, ponerse ahora al lado de la demente oligarquía colombiana es un error y un cargo de conciencia que pesará durante toda nuestra historia futura. Santos no merece semejante sacrificio y el pueblo colombiano esos nuevos dolores.
Javiermonagasmaita@yahoo.es javierdelvallemonagas@gmail.com
http://planetaenpeligro.blogspot.com/ (lo que será)
No hay comentarios:
Publicar un comentario